No te pierdes ni un solo capítulo. Sigues la trama sin fin y los giros —muchas veces imposibles— que juegan con el destino de los protagonistas de tu serie favorita. Todo converge en un punto álgido que parece perdurar para siempre. Y, de repente, llega la última temporada. Donde debiera existir una despedida épica e inolvidable, nada parece tener sentido. Le dan la vuelta al argumento, desaparecen personajes icónicos y el equipo creativo parece no conocer su propia historia. ¿Qué pasó? Parece que la historia te importa más a ti que a ellos. Cuán lejos queda aquella primera tanda de episodios que tanto disfrutabas. Te entiendo. Ojalá tuvieras el poder de reescribir el final. Ellos deberían hacerlo. Sirva esta humilde lista de simbólico tirón de orejas en la que proyectar toda esa rabia contenida:
AVISO: Este Top, al igual que la noche, es oscuro y alberga spoilers.
5- The O.C. (2003-2007):
Sinopsis: Ryan Atwood, un rebelde pero inteligente chico de 16 años que se traslada a la rica y privilegiada comunidad de Newport Beach, pronto descubre que las familias relevantes de Orange County son tan provincianas como la gente con la que convivía en las calles del Barrio Chino. En Newport Beach, Ryan es acogido por Sandy Cohen, un idealista abogado defensor y su mujer Kirsten, el alma de la sociedad del Condado de Orange.
A cualquiera que recuerde la soleada serie teen creada por Josh Schwartz (Runaways), le vendrán a la mente dos cosas: su banda sonora y la frágil e intensa relación romántica que mantenían sus dos protagonistas Ryan (Ben McKenzie) y Marissa (Mischa Barton). Lo cierto es que Barton odiaba su personaje y mantuvo una relación difícil con los miembros del reparto, especialmente con Rachel Bilson, cuya popularidad crecía a medida que pasaban los episodios. A pesar de que Schwartz afirma que la trágica (e innecesaria) muerte de Marissa al final de la tercera temporada se debió a decisiones creativas y no personales, en la cuarta temporada apenas se nombraba su nombre y eligieron otro interés romántico para el protagonista: Taylor Townsend (Autumn Reeser). Nada funcionaba en una última temporada sin sentido que vio reducido su número de episodios a 16, cuando la más duradera llegó a contar con 27. El capítulo final tenía buenas ideas e intenciones, pero ya era demasiado tarde. Hubiera sido mejor terminar en la temporada anterior con un remontaje de dicho episodio y una muy sana Marissa incluida en él. Quién sabe, quizá el remake turco Medcezir (ahora en Nova) y que tiene como cabeza de cartel a Çagatay Ulusoy (de la serie de NETFLIX: The Protector) se acerque al final que deseaban sus seguidores/as.
4- Kyle XY (2006-2009):
Sinopsis: Un chico adolescente es encontrado vagando sin rumbo en un bosque a las afueras de Seattle. No sabe quién es, de dónde viene, ni conserva recuerdo alguno. Tampoco sabe hablar y sus reacciones parecen las de un recién nacido. Una psicóloga, Nicole Trager, se da cuenta enseguida de que el caso de Kyle es único y que va a necesitar atención especial; por lo que decide llevárselo a su propia casa.
Creación de unos directores y guionistas en el punto más alto de su carrera debido al éxito de la película El Efecto Mariposa (The Butterfly Effect, 2004), Eric Bress y J. Mackye Gruber reformularon la mítica sinopsis del clásico de culto D.A.R.Y.L. (1985) en clave teen que, si bien tuvo una primera temporada fresca e interesante, perdió rápidamente su fuerza al esclarecer tan pronto el secreto del origen de Kyle. Tras una segunda temporada en la que el protagonista se volvía cada vez más inteligente y presentaba habilidades ilimitadas como si de una temporada de Smallville se tratase, la última tanda de episodios perdía irremediablemente su fiel audiencia con protagonistas de escaso interés y un rumbo que no parecía llevar a ninguna parte. Por si fuera poco, carece de final al no renovar por una cuarta temporada. En los últimos años hubo varios intentos de producir una película con el objetivo de cerrar, de manera aceptable, el arco principal. No sería suficiente. Reclamo públicamente una reconstrucción completa de la última temporada.
3- Cómo conocí a vuestra madre (How I Met Your Mother, 2005-2014):
Sinopsis: Ted les relata a sus dos hijos cómo conoció a su madre y cómo fue su vida hasta que, por fin, encontró el amor verdadero.
Uno de los peores y más vergonzosos desenlaces que se recuerdan en un serial. Atropellado y descuidado. Vale, quizá el hecho de relatar múltiples historias variopintas para lograr la aprobación por parte de sus hijos de buscar a su alma gemela podría haber funcionado 5 temporadas antes; pero, después de las incontables idas y venidas de su argumento, ya habíamos aceptado la relación entre Barney y Robin. También estoy de acuerdo en que una interminable y soporífera temporada que versaba sobre la boda de estos dos personajes no ayudaba a digerir el último trago. Por todo ello, el elenco al completo debería reunirse de nuevo y filmar nuevos episodios como si la novena temporada jamás hubiera tenido lugar.
2- House of Cards (2013-2018):
Sinopsis: Un implacable y manipulador congresista, Francis Underwood, ayudado por su calculadora mujer, maneja con gran destreza los hilos de poder ocultos en Washington con la intención de ocupar la silla principal de la Secretaría de Estado.
No es de extrañar que, dados los durísimos cargos a los que se enfrenta Kevin Spacey, NETFLIX optara por rescindir el suculento contrato con el otrora respetado intérprete. Una vez llegados a ese punto, solo quedaban tres opciones: continuar en formato novela/cómic/videojuego, hacer un «Ridley Scott» y sustituir al actor principal por alguien como Christopher Plummer —véase Todo el Dinero del Mundo (All the Money in the World, 2017)— o guiar todos los focos a la presencia de la también excelente Robin Wright, opción escogida finalmente. El problema no solo radica en que resulta difícil olvidar el perverso personaje de Underwood (tal y como el propio Spacey quiso recordarnos de forma un tanto perturbadora); sino que, dada la importancia de este último, se precisaría de un tiempo largo de preparación para conseguir una trama bien atada y atractiva que pudiera competir con las temporadas anteriores. Todo se resolvió muy rápido y lejos de la calidad que una serie producida por David Fincher merece, desmoronándose a los pocos episodios como un «castillos de naipes». Si no la retoman en un futuro para solventar dicha situación, siempre nos quedará la también notable versión inglesa original.
1- Dexter (2006-2013):
Sinopsis: Dexter es un forense especializado en análisis de salpicaduras de sangre en el Departamento de Policía de Miami. También es un fiel novio, un divertido padrastro, un hermano confidente y ―para algunos― un freak de la sangre. Pero además, es un psicópata que, al terminar su turno en la comisaría, busca a criminales cuestionables para saciar su particular moral y los mata. En definidas cuentas, Dexter es un asesino en serie de asesinos en serie.
Esta serie nos dio el mejor monstruo con apariencia humana desde la oscarizada interpretación de Anthony Hopkins en El Silencio de los Corderos (The Silence of the Lambs, 1991) —con permiso de Mads Mikkelsen—. Ninguna temporada anterior a la deleznable número 8 es evitable, siendo la cuarta la mejor sin discusión, en la que John Lithgow realizaba uno de los mejores trabajos de su carrera como la némesis de Dexter; rol que le daría un merecidísimo Globo de Oro. Lejos de esta excelencia se sitúan los últimos 12 capítulos en los que Deb, Hannah, el propio Dexter o cualquier personaje mínimamente relevante llegaba al fin de su arco con un mínimo de interés, ya no digamos profundidad. «Queríamos completar la serie: ocho años es mucho tiempo», decía uno de los productores. Esperemos que, tras esta larga pausa, se lo piensen mejor y decidan arreglar este desaguisado tal y como Dexter se deshacía de sus presas: con dedicación y sumo cuidado.
¿Qué serie añadirías a esta lista? ¿Qué última temporada te decepcionó más? ¡Cuéntanoslo!