«¿Quién es más loco, el loco o el loco que sigue al loco?», se preguntaba Obi-Wan Kenobi en el Episodio IV de Star Wars. Y esta reflexión nos viene como anillo al dedo en este nuevo Top. Porque una serie es más que el guionista, el showrunner o la persona que ha ideado la premisa. Detrás está una producción, un equipo creativo, otro técnico y un canal que creyó en el éxito de la propuesta. Propuesta que, en el artículo que nos ocupa, es una auténtica locura. Y nos quedamos cortos en la definición. ¿Crees que exageramos? Primero échale un vistazo a las cinco series más raras de la televisión y después nos respondes. Eso si eres capaz, porque el nivel de excentricidad de este listado puede afectar seriamente a tu salud mental. Avisado/a quedas. No hablaremos de Black Mirror, The OA, American Horror Story, iZOMBIE o similares porque, de alguna forma, nos hemos acostumbrado a ellas y su singularidad no nos afecta lo más mínimo. No, hablaremos de aquellas obras audiovisuales que aún a día de hoy parecen realizadas en un mundo alternativo que posee sus propias reglas y normas de conducta.
PD: Teniendo en cuenta la temática que nos ocupa, prometo nombrar a David Lynch lo menos posible, toda una odisea en sí misma.
5- THE BOOTH AT THE END (2010-2012)
Un hombre sin nombre sentado en la última mesa de una cafetería, libreta en mano. Una persona entra por la puerta y se sienta frente a él. En los 20-30 minutos de duración, mantienen una conversación reflexiva, profunda y… fin. Así podríamos resumir esta serie de dos temporadas que actualmente puedes encontrar en Netflix. ¿Necesitas más datos? De acuerdo. Protagonizada por un fantástico Xander Berkeley (secundario habitual del que podría nombrarte varias películas y series pero, si te digo que es el que se traga la «mano-espada» en Terminator 2, ya sabes de quién te estoy hablando), interpreta aquí a este misterioso personaje que concede deseos a los no menos curiosos individuos que se colocan ante él, a cambio de futuros favores que les pueda solicitar. Eso sí, favores horribles y deleznables que nos llevan a meditar sobre qué estaríamos dispuestos/as a hacer por cumplir nuestros sueños y dónde marcaríamos el límite, de existir este. Teniendo en cuenta esto último, su duración y que tan solo contiene 10 episodios, merece la pena su visionado. Ya te adelanto que representa la obra más «normal» del Top.
4. 3% (2016-2019)
Si ya es raro el título, prepárate para el argumento. Se trata de la primera producción original de Netflix en Brasil. La serie, que es una adaptación de una serie web de 2011, nos traslada a un futuro distópico. En esta sociedad, el mundo se divide en dos: uno de progreso y otro de devastación. Los habitantes del segundo tienen la oportunidad de viajar al primero solo si superan un duro proceso que el 3% completará con éxito. Unas pruebas serán las que determinen si los candidatos son oportunos o no para viajar al mundo óptimo. En el caso de que el candidato/a las supere con éxito, se cancela todo vínculo con su familia y su entorno previo a la transición. Se compone de dos temporadas y Netflix ya ha dado luz verde a una tercera, que llegará en algún momento de 2019. ¿Te atreves a darle una oportunidad?
3- EERIE, INDIANA (1991-1992)
Serie que podría pertenecer perfectamente a David Lynch si decidiera hacer una especie de Twin Peaks para un público infantil. Una sola temporada de 30 episodios (algunos dirigidos por Joe Dante), 27 años desde su estreno y todavía hace correr ríos de tinta. Y no es de «extrañar». Años 90, el adolescente Marshall Teller (Omri Katz) y su familia se mudan a la perdida Eerie, Indiana, cuya población es de 16.661 habitantes. Al poco de llegar, Marshall se hace amigo de Simon Holmes (Justin Shenkarow) y juntos se enfrentarán a las situaciones más estrafalarias que puedas imaginar en estado de intoxicación alucinógena. A saber: un siniestro grupo de perros inteligentes que desean apoderarse del mundo, cultos con líderes extraterrestres, personas que duermen en envases Tupperware para no crecer, Elvis está vivo e incluso el propio Marshall descubre que es un actor y que todo es una ficción. ¿Entiendes ahora por qué se encuentra en esta lista? Como dato extra, en 1998 contó con un remake menos interesante de 15 episodios.
2- OFF THE AIR (2011-2018)
Estamos ante una serie de televisión estadounidense de cierto misticismo creada por Dave Hughes y te adelanto que este no es el único trabajo extravagante que tiene en su carrera (más famosa en cuanto a sus créditos de edición). Cada capítulo se presenta sin ninguna explicación o narración, como un escaparate de imágenes fuera de lo común en torno a un solo tema sin conexión con los demás, anunciado en el título del episodio, y se mezcla en una sola presentación continua. Como si un editor que se atiborra de medicaciones incompatibles fusionara vídeos de archivo aleatorios en uno solo. Observa unos cuantos capítulos y dime si eres capaz de ofrecer una sinopsis menos críptica y algo más equilibrada.
Podría estar perfectamente en el primer puesto del podio, peeeeeero:
1- TWIN PEAKS: TEMPORADA 3 (2017)
Se lo ha ganado a pulso. La serie WTF por excelencia. Sí, especifico temporada 3 porque las 2 anteriores podrían considerarse «comerciales» o «blockbusters» en comparación. Elegida «mejor película de 2017» (has leído bien. No, no me he equivocado) por la prestigiosa Cahiers Du Cinema y por la que obtuvo una larga ovación en el festival de Cannes del año pasado, no tiene una sinopsis adecuada para transmitirte todo lo que sucede en ella y sobre la que, aún a día de hoy, los foros echan humo buscando pistas, teorías y relaciones para dar una explicación clara y plausible a este… ¿experimento? David Lynch (última vez que lo nombro) se hace un Cary Fukunaga y dirige todos los episodios (no hacía falta aclararlo) que son de una maestría visual intachable (de lo mejor visto en televisión) pero que, si esperabas una continuación literal o en espíritu de la maravilla surrealista que hizo estallar las neuronas del mundo entero, te llevaste una segura decepción. Porque él no hace continuaciones ni cree en zonas de confort. Como dijo una vez, escribe en función de las imágenes que sueña o que conquistan su cráneo sin previo aviso. Doppelgängers, árboles parlanchines, diálogos inconexos (en nuestro universo), bolas doradas que salen de cabezas, personajes que solo aparecen una vez, Angelo Badalamenti y un episodio, el 8, que es al mismo tiempo una obra de arte y un sinsentido inaudito. La coherencia de las historias de Lynch (fallé) responden a necesidades creativas personales, no de audiencia. Es más un vídeo-artista que un guionista-director al uso. Y quizá por ello, merezca todo nuestro respeto.
¿Las has visto todas? ¿Cuál de ellas te dejó más descolocado? ¿Añadirías otra diferente al Top? ¡Cuéntanoslo!