Pues la noche es oscura y alberga spoilers

The Handmaid’s Tale. Review 3×09: ‘Heroic’

June se balancea temerariamente sobre la superficie de la locura en un capítulo claustrofóbico que resume la temática de la serie.

 

Este capítulo me recuerda al controvertido capítulo ‘Fly’ (Mosca, 3×10) de ‘Breaking Bad’. Como lo oyes (lees). Y voy a centrarme en tres puntos para defender mi atrevimiento:

 

  1. En los comentarios incluidos en las ediciones domésticas del episodio de la mosca, la coguionista, Moira Walley-Beckett, explica que se trata de un «episodio botella», es decir, un episodio cuya acción transcurre en un número limitado de escenarios (normalmente uno) con pocos personajes, en el que se le da mayor peso a los diálogos, apenas avanza la trama general y se espera reducir costes, quizá porque en algún capítulo anterior se disparó el presupuesto. ¿Te suenan estas características?

 

  1. En aquel capítulo, el añorado Walter White (Bryan Cranston) tenía que enfrentarse a una mosca que le impedía llevar a cabo su rutinaria «tarea culinaria», un insecto cuyo zumbido —ALERTA SPOILER— representaba la conciencia, la culpa por acciones terribles del pasado que ya no tenían arreglo. En esta ocasión, el zumbido es la letra de la pegadiza canción de los 80, ‘Heaven is a place on Earth’ (El Cielo es un lugar de la Tierra) de Belinda Carlisle. «Ooh, baby, do you know what that’s worth? / Ooh, heaven is a place on earth / They say in heaven, love comes first / We’ll make heaven a place on earth». Se reproduce continuamente en la mente de nuestra protagonista (incluso la tararea sin cesar) como si de un odioso hit de verano se tratase, mientras lucha por mantener la serenidad en un desquiciado ciclo temporal que parece no tener fin. Muchos imaginan el infierno de esta manera: como una realidad en la que vives lo peor que has experimentado una y otra vez. Es aquí donde se establece una relación tóxica con la canción. Habla de cielo donde vemos un infierno tan pálido como el rostro cada vez más enfermizo de la protagonista y cuyo estribillo se repite como un disco rayado, impidiendo que el resto de la letra se desarrolle; algo que sí terminará sucediendo al final del capítulo.

 

  1. Ambos capítulos comparten el «logro» de ser los peor valorados de sus respectivas series en el portal IMDB. El objeto de este análisis aprueba con un simple 5,6. Una nota muy por debajo de la puntuación habitual. Inmerecida, por otra parte. Los dos episodios encierran mucho más de lo que parece a simple vista y se requiere de una gran habilidad para escribir un relato cuya acción se desarrolla en una única localización.

 

Una vez expuesta esta comparación, dale al PLAY y comencemos: Tras el disparo con el que finalizaba el episodio anterior, Dematthew/Natalie está diagnosticada con «muerte cerebral» y el personal médico trata de mantener con vida a su hijo nonato. June está confinada en su habitación, donde cada día es una copia del anterior y empieza a perder tanto la noción del tiempo como la poca cordura que le queda. Debe permanecer de rodillas, rezando para que el bebé de la criada nazca sano (sí, el bebé y solo el bebé; así son las reglas). Un castigo impuesto por  Tía Lydia por tratar tan mal a Dematthew las últimas semanas. No puede regresar a casa hasta que todo termine, para bien o para mal. El excelente montaje de Aaron Marshall consigue transmitirnos la confusión de June: las escenas se entremezclan entre sí y no somos capaces de establecer un parámetro temporal.

 

Después de un intento frustrado de desenchufar a Natalie con la intención de finalizar con el sufrimiento de ambas, uno de los enfermeros deja un bisturí en una caja de material desechable. Desesperada y agotada, June no duda en hacerse con él. Justo cuando parece decidida a utilizarlo sobre la paciente, aparece Janine. Al ver las intenciones de su compañera, esta expresa lo que a todos los seguidores y seguidoras de la serie nos gustaría poder decirle: «Ahora todo gira alrededor de ti y tus problemas. Has cambiado, y no me gusta». Una jugada muy hábil de los guionistas, al anticipar lo que podríamos pensar del personaje de Elisabeth Moss a lo largo de la temporada y dejarnos claro que su comportamiento formaba parte de un plan consciente y deliberado.

 

A pesar de la visita (con cierto aire de epifanía) de Janine, June no se dará por vencida y buscará una nueva víctima. Entre las diversas posibilidades, elige a Serena. En el forcejeo, la criada termina con una grave herida en la mano. La esposa decide no revelar lo sucedido y le pide al doctor (Gil Bellows) que le cure la mano. Mientras este le trata la herida, recuerdan a la madre de June y hablan de las cada vez más acentuadas tendencias suicidas de ella. Él le acaba diciendo que tiene que buscar la manera de honrar a sus hijas. A lo largo del episodio vimos a una fila de niñas vestidas de rosa visitando el hospital, un uniforme que su hija Hannah también portaba. June dudaba si eran producto de su imaginación. Parece que el propósito de estas niñas se reduce a casarse y tener descendencia lo antes posible. Es el momento de honrarlas… luchando por ellas. Esta es su declaración de intenciones ante Natalie, la cual ya tuvo a su bebé y espera la muerte. Poco antes, June tuvo la oportunidad de abandonar el hospital y, al respirar el aire del exterior por primera vez en semanas, comprendió la importancia de la libertad y el honor que supone pelear por alcanzarla. Le susurra a Natalie que hará todo lo posible por sacar a los niños y niñas de Gilead. Se ha encontrado. En lugar de abandonar, combatirá «heroicamente» por los demás. La letra que tararea en ese instante confirma el objetivo final que pretende conseguir:

 

When the night falls down

I wait for you and you come around

And the world’s alive with the sound

Of kids on the street outside

 

¿Te ha gustado el capítulo de esta semana? ¿Crees que June y La Resistencia irán a por todas? ¡Comparte tus impresiones con nosotros!

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2 comentarios

  1. Estoy de acuerdo contigo en que el 5,6 es inmerecido. Cuando vi el capítulo me acordé de una película, (creo que mejicana) en la que los primeros 40 minutos eran con cámara fija. Resultaba un poco angustioso. En éste cápitulo también sentí esa angustia. Pasando tantas en esa habitación de hospital tan blanca, tan deslumbrante como la nieve, con la moribunda, además de tener que estar rezando de rodillas por ella, vuelven loco a cualquiera.
    Menos mal que llegó Janine en el momento más angustiosa para traer a la oveja descarriada otra vez a su redil, olvidarse de su autocomplaciencia para poner todo la carne en el asador en favor de los demás.

    1. Cierto, transmite muy bien la sensación de claustrofobia. Estar inmóvil bajo esa luz pálida y enfermiza, además de todo lo sufrido hasta ese momento, podría llevar a cualquiera a pensar en una «solución» drástica.
      Me gusta tu apunte de que Janine, la criada a la que todos/as consideran una demente, sea la elegida para devolverle algo de cordura a June.
      Muchas gracias por tu comentario, M. Ángeles.